Entablar un nuevo discurso sindical: vigencia, compromiso y futuro

En el contexto actual, el sindicalismo universitario enfrenta el reto de renovar su narrativa sin perder su esencia. Entablar un nuevo discurso no significa borrar la memoria histórica, sino fortalecerla con un lenguaje que conecte con las nuevas generaciones y que responda a los desafíos del presente.
Rafael Garza Ibarra

Este nuevo discurso debe partir de una verdad irrefutable: ningún derecho laboral ha nacido sin la lucha de un sindicato. La solidaridad, la justicia social, los salarios dignos, la seguridad social y las prestaciones que hoy disfrutamos son el resultado de décadas de organización y resistencia colectiva.

En un mundo laboral cada vez más fragmentado e individualista, los contratos colectivos se han convertido en uno de los últimos espacios de colectividad. Defenderlos y transmitir su valor a quienes recién se incorporan a la vida laboral no es una opción, es una obligación moral y política. Para que este nuevo discurso sea efectivo, es indispensable fortalecer la unidad interna, construyendo sindicatos cohesionados que compartan una visión común; impulsar la integración regional mediante la articulación con organizaciones como la CONTUA, capaces de enfrentar de manera conjunta los retos de la educación superior y la defensa de la autonomía universitaria; y renovar nuestra comunicación, adoptando un lenguaje claro, actual y accesible que, aprovechando las herramientas digitales, llegue de forma directa y constante a la base trabajadora.

Hoy, el llamado es claro: mantengamos viva la memoria de nuestras luchas, actualicemos nuestras palabras y sumemos a más trabajadoras y trabajadores a la defensa del bien común. Entablar un nuevo discurso es proyectar un sindicalismo que no solo reacciona, sino que propone y construye futuro.

El reto está frente a nosotros. Y la oportunidad, también.